Sobre la “crisis” de los valores.
Los tiempos han cambiado, así mismo el hombre, que en esencia es el mismo, ha enfocado su atención en distintas cosas a lo largo de la historia, en los tiempos modernos, hablando de manera más específica de las últimas décadas, se ha sumergido con zapatos de plomo en el lago pestilente del capitalismo, sin saber siquiera que esta siendo controlado por algunas personas. Así, el hombre, sin darse cuenta ha cambiado sus usos, costumbres, creencias y valores, ¿los valores han cambiado? Se preguntan muchos, ¿pero acaso se han preguntado si somos nosotros los que hemos cambiado? ¿qué ha afectado de tal manera al hombre para que esto suceda? ¿es remediable?
Las humanidades, tienen la definición siguiente, “son el conjunto de disciplinas relacionadas con el conocimiento humano y la cultura”. Crisis, se dice de la escasez, en este caso, hablan de la escasez de valores en el mundo moderno.
Los valores son parte del ser humano, ya que, siendo tanto un ser sociable como individual, debe aprender a convivir con sus semejantes, y qué mejor forma de hacerlo que imponiéndose reglamentos para lograrlo.
Son características de todo ser humano, aún así hay quienes hacen caso omiso de ellas ignorándolas por completo para lograr sus propios intereses, tenemos el espejo de la Francia de hace un par de siglos, donde los nobles, los de mucho dinero podían -tal como hoy en día- evadir fácilmente a la justicia, esa justicia que solamente aplicaba para la gente pobre, esa gente pobre que creía tener una moral propia yendo a las iglesias donde se les cobraba por la salvación de su alma.
En los tiempos modernos no estoy seguro de si podríamos hablar de una “crisis” de los valores, yo considero que deberíamos hablar sobre un cambio en el significado de los valores. Le puedes preguntar a un joven qué son los valores para él y te puedo asegurar que no te responderá lo mismo que alguna persona que ya haya acumulado mas de 4 décadas de vida, esto es porque, siendo personas que pueden vivir en la misma casa, han recibido los valores pero quizá, en el caso del joven, ese significado que ha provenido de sus padres ha sido tergiversado por la comunidad en la que vive, por la cultura informática de hoy en día, donde muchas cosas ya no son como antes.
Lo ha mencionado Samuel Ramos en su libro “Hacia un nuevo humanismo”, el hombre al hacerse materialista quedó hecho “puro instinto” y se aliena, se pierde a si mismo, “ya no es lo que solía hacerlo hombre” ahora parece ser mas una especie de cuerpo sin voluntad que aclama la felicidad a través de los objetos materiales que terminan por no llenar ese vacío y genera un apetito insaciable en el cual se sume y no puede salir de el.
Esto se debe a que las cosas han tomado un nuevo orden, el capitalismo fue impuesto de una manera tan tajante que impactó en gran manera en nuestras vidas, ese materialismo que ahora es lo primordial para mucha gente, ahora los valores que se fomentan es el individualismo extremo, el egoísmo, ya no es la apreciación por la vida humana sino por los objetos materiales de consumo.
Cada vez es más notable la tendencia general de la sociedad hacia el consumismo, las
personas valen de acuerdo con lo que tienen sin importar cómo lo hayan conseguido.
Ésta es la realidad de la sociedad, se ha sumergido en ese charco del capitalismo y no ha sabido como salir de él... principalmente por que no sabe que esta ahogada en ella. Esto provocado por la desinformación que existe en la red, la información falsa, la incompleta. Y todos dependiendo de ella como si fuera “La Verdad”.
El cambio de valores se ha dado por distintos motivos, empezando por los avances tecnológicos modernos, la ineptitud de las religiones para aceptar al hombre tal y como es, el cambio de las situaciones sociales, usos, costumbres, y las visiones del ser humano en cuanto a su entorno. No es lo mismo vivir en tiempos de guerra como lo fueron la primera y segunda guerra mundial, a como vivimos hoy, llenos de invasiones injustificadas moralmente, las personas con un hambre insaciable de cosas materiales que no les servirán de nada, es la felicidad rápida, la fácil, la vacía.
La época de la revolución, tecnológica, cultural, moral. En esa era vivimos, donde hemos cambiado todo en tan solo algunas décadas. Los hippies revelándose contra las guerras injustificadas, los punks levantándose contra esa distopía que llamamos capitalismo, los pueblos sumidos en la miseria más profunda ya sea cultural o económicamente.
Es cuando más necesitamos de la filosofía, para que se pregunte el por qué de estas actitudes, el cómo fue que se llevó acabo, nos debemos preguntar nosotros mismos, y no dejárselo todo a la filosofía, de eso no se trata. Se trata de cuestionarnos las cosas, qué son, cómo, por qué, cuando, nunca dar nada por hecho y mucho menos, creer que una persona tiene la verdad absoluta.
¿Crisis de los valores? ¿Quién lo dice? ¿Un sacerdote que se preocupa de que los fieles echen el importe exacto y no duden de lo que él les dice? ¿Un político que tiene una definición de moral como la podría tener un trozo de madera? ¿Una madre que deja que la televisión (y toda esa programación vacía) eduque a sus hijos? ¿Un padre que (lamentablemente) pareciese que vive en un hotel, donde solo llega para dormir? ¿Un fanático religioso que cree que todo juguete, historia y obra de arte (llamese música, pintura, escultura) es obra del demonio solamente porque no alaba a su dios? ¿Un empresario que lo único que hace es explotar a los “obreros” (que más bien parecen esclavos) para hacerse asquerosamente rico? ¿Quién es la persona apta para reclamar que los valores ya no existen?
Existen, pero así como la energía, el hombre también se transforma, sin dejar su esencia, lo que lo hace ser, podríamos decir que evoluciona, ya sea que esté cursando el camino correcto o no, lo hace, nosotros sabemos, que éste no es el camino correcto y trataremos, no solo de seguir el camino acertado, sino también abrir los ojos a los demás. No, no iremos de puerta en puerta entregando panfletos de lo que yo creo que es La Verdad, sino que, simplemente les haremos ver que el hombre no es solamente un animal que acata órdenes si se le entrena de la manera adecuada, es también, un ser con deseos, querer, fe, y principalmente, razón, esa razón para cuestionar todo, llegar ha las últimas consecuencias de nuestros actos razonados previamente.
El problema consiste en que el capitalismo, como había mencionado anteriormente, ha generado un individualismo, que, sinceramente, da miedo, un egoísmo más primitivo que bien podríamos decir que somos gente que vive en cavernas, pero eso sí, con todos nuestros aparatos para mantenernos comunicados con todas las demás personas; somos dependientes de los dispositivos de telecomunicaciones, casi nadie sabe el olor de una carta que ha recorrido decenas de kilómetros para llegar a su destino, entablar una conversación con personas nuevas, tener conversaciones en las que no sean temas banales de mercadotecnia lo principal entre los hablantes. Ese individualismo nos hace creer que muchos valores son obsoletos o simplemente que ya no significan lo que nuestros abuelos han aprendido que son. El hombre capitalista lucha descarada y salvajemente por su sobrevivencia y enriquecimiento, piensa que la moral o incluso la ética le estorban en sus acciones o planes, ¿regresamos a la edad de las cavernas, solo que ahora somos más higienicos?
La red nos ha ocultado esa falsa sensación de que estamos solos, nos ofrece un mundo donde supuestamente estamos conectados los unos con los otros, supuestamente sabemos quienes somos, que nos conocemos, que nos divertimos, que somos. Hace al hombre solitario y frío, para los que usan el internet como si fuera “otro mundo”, cuando en realidad, solamente es una herramienta más que el hombre ha creado para sus beneficios; tampoco digo que debemos destruir la red y quedarnos como en los años 80 cuando aún no existía la internet, internet tiene un uso y solo nosotros sabremos si lo usamos para bien o para mal.
No me pondré a discutir cuál es el significado de todos y cada uno de los valores hoy en día, porque tampoco deben ser una imposición, se aprenden, en casa, con los amigos, en la comunidad, la escuela, el mundo. Los valores los adquirimos, pero de nosotros depende discernir si los utilizamos correctamente o no, si “ese” valor en particular es necesario en tal circunstancia.
Si bien los valores, en tiempos pasados, reflejaban tanto los estudios como la personalidad del individuo. Los estudios porque, antes se educaban personas para que fuesen útiles a la sociedad en la que vivían, que fueran personas de bien, con un carácter bien forjado y una personalidad exactamente definida; actualmente sabemos que eso ya no es así, hoy en día se educa para crear borregos, gente que no se queje de las injusticias que los funcionarios cometen, gente que solamente obedezca cada vez que le digan que se siente, se pare, se vuelva a sentar, se hinque y nunca cuestione lo que dice un libro o a la persona que te lo lee o más sencillo, crea todas y cada una de las cosas que escucha por los medios de comunicación como si fueran verdades incuestionables.
¿En qué se han convertido los valores hoy en día? ¿Qué pasará el día de mañana? ¿Estamos avanzando? ¿Se podría decir que el hombre se esta deshumanizando? Si es así, ¿La raza humana perecerá? Los valores no están en crisis, nosotros les hemos cambiado el significado, porque nosotros hemos cambiado dejándonos llevar por la “era de la razón” cuando en realidad no es desde la razón, es y nosotros debemos razonar en ello.
Son muchos, como ya dije, los factores que han afectado para que se de este cambio en los valores, por mencionar un pequeño ejemplo, la generosidad que manifestaba un varón cuando veía a una jovencita de pie en el bus, era antes un “por favor sientese” y hoy en día el hombre piensa “¿por qué me voy a levantar? ¿qué no luchaban por la igualdad?” Y aunque este ejemplo este un tanto fuera de contexto, creo yo que sirve para denotar que son muchos los factores que afectan en nuestra concepción de los valores. Todo ha pasado muy rápido, los cambios que hemos hecho al mundo, a nuestras culturas, a nosotros mismos han sido muy profundos aunque no creo que sean irremediables, y quién sabe, quizá no sea necesario “remediarlos” sino seguirlos cambiando pero para humanizarnos más, no perder de vista lo que nos hace ser humanos, nuestra esencia; así como también pensar en nuestras personas, imponiéndonos metas personales, estando conscientes de que somos seres sociales y de que nuestras acciones tienen consecuencias tanto personales como para los demás que nos rodean, ya sea directa o indirectamente, hay que replantearnos qué y quiénes somos y como estamos manejando las situaciones que se nos presentan día con día, qué son los valores, cuáles son y saber cómo utilizarlos.
Llegando a una conclusión creo yo que de nosotros depende el hacer los valores como son, como deberían de ser, o si los hemos cambiado, los valores están ahí, nosotros somos los que nos hemos enfocado en otras cosas como el materialismo, el consumismo, los medios masivos de comunicación, la pseudoliteratura, incluso en las pseudociencias. Hemos olvidado nuestros objetivos como raza, cegados por la venda de la economía actual. Los valores están en nosotros, solo no hay que ignorarlos, y si no llegasen a estar, los podemos aprender, después de todo somos seres que, por naturaleza, queremos conocer.
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