3.11.2011

Comparación entre los textos de S. Freud y C. G. Jung, “El malestar de la cultura” y “El problema anímico del hombre moderno” respectivamente.

El problema anímico del hombre moderno
Síntesis

El hombre moderno es aquel que vive en el presente más inmediato, es un hombre que esta separado de su cultura, de sus tradiciones así como del resto de los seres humanos
Niega o se olvida de sus costumbres, los valores que previamente se le fueron inculcados, todo esto para que, sea considerado el hombre moderno, aquel hombre que sobresale de todos los demás por ser, Jung nos da como ejemplos a Sócrates y a Jesucristo como los hombres modernos de distintas épocas de la historia.

Una persona no es moderna por el simple hecho de vivir actualmente, sino que, se le considera moderna sino solo quien es consciente al máximo del presente en el que esta viviendo, cuando sabe que el presente en el que esta viviendo esta entre el ayer y el mañana, que se encuentra viviendo en un proceso, entre el ayer y el mañana.

Esta persona que posee una consciencia del presente es por necesidad un solitario, puesto que al separarse de sus tradiciones, su cultura, se ha convertido en un ser ahistórico, y por esta razón, al ser ahistórico, se convierte en un pecador. Al contrario de las capas mas inferiores de los pueblos considerados civilizados poseen un grado de inconsciencia de la vida que se le puede tomar como primitivo.

Un hombre moderno es quien se separa del rebaño, adquiere un alma propia, la indivualización, que lo hace crecer como el ser individual (y colectivo a la vez) que él es. El hombre moderno se ha visto obligado a retirar las proyecciones de su sombra y asumir su negatividad, el hombre moderno admite que es malo.

Ya no se ve a la religión como algo interior, del alma, sino como un accesorio más del mundo externo, un agregado. La consciencia moderna esta basada en el conocimiento, por lo tanto, rechaza la fe, y las religiones basadas en ella.

Para cada porción significativa que se devalúa en la consciencia y que por lo tanto se pierde, se eleva por otra parte en lo inconsciente una compensación. Esto ocurre de acuerdo con la ley fundamental de la conservación de la energía, pues también nuestro acontecer psíquico esta constituido por procesos energéticos. No puede desaparecer ningún valor anímico sin ser sustituido por un equivalente. Pues hay algo en nuestra alma que no es individuo, sino pueblo, colectividad, humanidad.

¿Qué es lo que hace al hombre infeliz? Recién descubierto su cuerpo, el hombre, fascinado con él, comprende que no solamente es mente, alma, sino también es cuerpo. Ha descubierto su cuerpo y todo en lo que creía conocer, de pronto ha cambiado, ya no es el mismo.


El malestar de la cultura
Síntesis

¿Qué es lo que hace al ser humano infeliz? La cultura, las amenazas de la naturaleza. Respecto a Freud, la cultura, esa maraña de leyes sociales, reglas morales, de vergüenzas y represiones son las culpables de la infelicidad del hombre, el mismo hombre que la creó para su propia protección, esa cultura que fue designada para proteger ahora consume al hombre como el mar se traga al náufrago.

¿Cuál es la verdadera finalidad del ser humano en su vida? La obtención de placer y de esta forma escapar del dolor o displacer.

Primordialmente la cultura fue hecha por el hombre para proteger al hombre, de las devastaciones naturales así como para ayudarse entre sí en las labores de la caza, la defensa, la lucha por el territorio. Los individuos organizados enfrentan los problemas de un mejor modo, puesto que ya no solamente es una mente la que piensa, la que actúa, sino son varias.

En un principio, los hombres, teniendo la necesidad de satisfacer sus deseos sexuales, tomaban una mujer por pareja, así podrían satisfacer sus deseos sexuales con la seguridad de poseer su objeto sexual, mientras que las mujeres deseaban protección para los hijos que tenían con los varones. Podemos decir, por lo anterior, que la convivencia entre seres humanos tuvo un fundamento doble: la compulsión al trabajo y el poder del amor (la unión del hombre y de la mujer antes mencionada). A partir de este fundamento doble la cultura se fue dando en la raza humana, con distintas expresiones a lo largo del tiempo, y más ahora con la globalización, pero éste es tema aparte.

El hombre cree que puede ser feliz si no existiese la cultura, puesto que ésta ha sometido las pulsiones sexuales del ser humano bajo un estricto control, para así poder ser manipulable en pro de la sociedad, la cual, prefiere que el amor sea de meta inhibida y no como el amor entre dos personas en el que en cada uno solo existe el otro. El amor se volvió en contra de la cultura.
Si bien, el hombre desea satisfacer sus deseos sexuales y la mujer desea protección, como lo había mencionado antes, el amor de meta inhibida, un amor puesto ahí por la cultura, es todo lo contrario a esto, es un amor mas bien universal en el cual se desea que los seres humanos trabajen para todos los demás seres humanos, dejando la individualidad o la pareja para comenzar a trabajar en equipo, en hermandad. Un intento más de la sociedad por desaparecer su acérrimo rival, el amor de pareja.
El amor universal a Freud le parece tonto (en lo personal también a mi) por el simple hecho que no puedes dar todo sin esperar a cambio lo mismo, en todas las personas pasa esto, todos esperan por lo menos algo, en lo mas recóndito de su ser esperan algo de las demás personas, aunque lo nieguen. Pero la sociedad lo considera como su meta por que, viviendo todos bajo la norma “todos somos hermanos y debemos querernos como tales” en teoría no existirían conflictos de ningún tipo entre seres humanos, pero, siendo esta idea no menos que utópica, es casi imposible que los seres humanos dejen a un lado sus ambiciones y deseos para poder convivir en paz. Siempre existirá quien se deje llevar por sus pulsiones, y la sociedad, con la envidia de no poder dejarse llevar como desea, le castigara imponiendo normas contra eso que no se atreve a hacer.

El antagonismo de las exigencias de la cultura y el deseo de satisfacer las pulsiones humanas ha llevado a una infelicidad “inexplicable” para el hombre, inexplicable por que la sociedad no aceptará directamente que pone todas esas reglas, prohibiciones y limitaciones para tener una ventaja considerable sobre las pulsiones humanas.

Freud habla de las pulsiones erótica, destructiva, de conservación. Estas pulsiones son reprimidas por la cultura con el resultado de la neurosis, exceptuando la destructiva que terminaba en un sentimiento de culpa. Puesto que siempre ha estado el Yo como primordial en la vida del ser humano, aprendiendo después a diferenciar la realidad, entre el Yo y el exterior, sabiendo que aquello no soy yo, intento protegerme de las agresiones del exterior, así, para poder obtener la felicidad y evitar a toda costa el dolor. El principio de placer esta en todos nosotros, hacemos las cosas para obtener un placer, la felicidad; pero no todo lo que hacemos llena esa necesidad de felicidad por completo, puesto que hay muchas fuentes sustitutivas de placer, mas ninguna que la complete. Algunas de estas fuentes sustitutivas de placer podrían ser: las artes, las actividades científicas, la religión, entre otras.


En todo caso, la cultura ha creado las reglas para detener nuestras pulsiones sexuales, pulsiones de agresión. Que en todo caso, ambas, cada una a “su manera” esta en contra de los preceptos que la cultura impone, pero ambas se pueden encontrar en todos los seres humanos, como una lucha entre dos fuerzas completamente opuestas y que perduran por toda la vida en el hombre. Ayudada por el Super Yo, el cual es la autoridad más severa, puesto que es parte nuestra y, por tanto, conoce todos nuestros oscuros secretos, además del sentimiento de culpabilidad que éste propicia.


Comparación entre los textos de S. Freud y C. G. Jung, “El malestar de la cultura” y “El problema anímico del hombre moderno” respectivamente.

En ambos textos se hace referencia al cuerpo, de maneras distintas por supuesto, pienso yo que mientras Freud trataba de dar una explicación de las neurosis, se topó con los problemas que conllevaban a esas neurosis, y propuso la teoría de las pulsiones, que, como ya sabemos, trata el hombre de buscar el placer mientras lucha contra el constante ataque por parte de la cultura, sus normas, sus “planes”, sus artimañas para lograr que el hombre sea solo uno (en pensamiento), cosa que, en lo personal, me parece, además de imposible, ridículo.

Mientras que Jung, describe al hombre que ha redescubierto su cuerpo, lo comienza a conocer, se percata de su existencia mas allá de ser un simple molde donde el alma es depositada como su medio de transporte. También habla sobre el hombre moderno, y lo que implica este hombre moderno.

Ambos psicoanalistas concuerdan en que el problema es el hombre, sus actos, sus pensamientos. Podemos decir que Freud, encuentra la infelicidad del hombre, causada por él mismo, en su creación, la cultura; Jung por otro lado ve en el hombre una especie de vacio, que después llena con el descubrimiento de su cuerpo carnal, comenzando con una nueva visión del ser humano, donde ya no solamente el pensamiento es digno de atención y alabanzas por parte de las demás personas.

Esta adoración por el cuerpo humano ha conllevado a otros problemas distintos a los que la raza humana ya se había enfrentado. Problemas en la mujer incrementando la vanidad (y en estos últimos tiempos ya no es exclusivamente de la mujer), el consumismo desenfrenado, la eliminación de los antiguos “valores” morales aceptados, o podríamos decir que es un cambio de los mismos más que una eliminación completa.

Los dos dicen que los hombres que van más allá de la comprensión de la sociedad en sus acciones, actitudes, son vistos como pecadores, amenazas de la sociedad, de la cultura. Jung lo maneja como el hombre moderno, y Freud dice que cualquier persona saludable mentalmente es aquella que satisface sus pulsiones, aunque, es posible que la pulsión de agresión pueda ser satisfecha con actividades “no violentas” como podrían ser los deportes, competencias, incluso con guerras o invasiones de verdad.

Difieren en ciertas cosas, obviamente debido a la diferencia de pensamiento entre los autores hablando Jung de una manera más espiritual, a diferencia de Freud que, siendo materialista, reduce su teoría a respuestas psicológicas por comportamientos corporales, pero también, como lo he mencionado, concuerdan en otros detalles, regresan a las consecuencias de las acciones del ser humano como culpable de su infelicidad y además, como el causante de todos los cambios que él mismo padece.




3 comentarios:

  1. Bueno, ahí van unos puntos:
    - No creo que Sócrates hubiera sido Sócrates de haber nacido en otra época, ni tampoco Jesús. Creo que ambos fueron producto (excepcional) de las sociedades donde habitaron, no puedes desligarlos. Son genios, y los genios tienen manejado al dedillo o el trato con los seres humanos o el trato con objetos o ideas (arte, conocimientos..), piensa que los demás (sus congéneres pasados y presentes) están mal o podrían estar mejor, y esto los lleva a contemplar el futuro.
    - La ciencia como nueva religión, que no se olvide. Ahora somos capaces de admitir que H2O se congela a 0 grados, porque el credo del libro de física así lo dice. Y no lo comprobamos porque lo creemos.
    - Cuando preguntas ¿Qué es lo que hace al hombre infeliz? Y contestas con la respuesta que me imagino es de Jung, es el descubrir su cuerpo, yo pienso que más que eso es la consciencia que tiene sobre sí mismo, sobre su poder de creación (y su limitación), la pérdida de su estado animal, pero sobre todo, el descubrimiento que hace de que está solo. Lo dijo mi filopokemón Erich Fromm, yo te elijo!... Erich Fromm, usa tu ataque concepto de separatidad!
    Este concepto dice que el hombre tiene miedo de estar solo, no hay nada menos cierto eso de ponerse en los zapatos del otro, jamás podrás. Jamás podré ver lo que ven tus ojos. Estoy solo pero puedo compartir mi soledad en una comunidad de gente sola.
    - Sobre lo de que la sociedad es represiva. Lo fue desde el principio, hay que tener presente esto. La sociedad fue represiva desde el principio, pues mi libertad acaba donde empieza la de los demás. Pero el hombre lo aceptó porque vio más ventajas que desventajas. Tal vez ventajas numéricas: se satisfacen más pulsiones de vida estando juntos, y más destructivas peleando en grupo. Por eso no creo que la sociedad se haya vuelto represiva después.

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  2. - Respecto a los principios con que fue fundada la sociedad: amor y compulsión al trabajo, voy a tener que darte un cariñoso zape. Tu visión (o la de Freud, o Jung no sé) dice que el hombre quería paliar las pulsiones sexuales, ¿y qué pasa si la mujer también, si la mujer quería satisfacer sus pulsiones sexuales? y el hombre quería protección para él y para su hijo? No puedes encasillarlos en función de las necesidades por género. Hablamos de especie. Pero estoy de acuerdísimo con la compulsión al trabajo. Ahora, si quieres verlo desde un corte sociológico, la ventaja considerable de la sociedad sobre las pulsiones humanas es que satisface las pulsiones humanas (totalmente) de un grupo o de la mayoría.
    - Lo del amor universal, hay que percibirlo como una consecuencia del amor a uno mismo. No nada más decir que es tonto. Erich Fromm! te elijo nuevamente!... Él dice que amar es dar y en esta acción de dar, la felicidad que genera en mi interior se duplica. Imagínatelo universal!
    - Desgraciadamente la sociedad se aprovecha de este sentimiento de amor universal en pro de lo económico, confundiéndolo. Me imagino que a esto te refieres también con que la sociedad está en contra del amor de pareja. Aunque esto último no lo creo cierto. Pues el amor de pareja (y el dinero y algunos embarazos) unen y forman familias, que son células base de estas sociedades. No creo que le convenga estar en contra de lo que la conforma.
    - Ah, te iba a decir algo sobre el altruismo, que en esto del altruismo está la paradoja, es decir, yo doy para que el otro esté bien, pero eso me hace sentir bien, entonces doy para sentirme bien, pero al sentirme bien el otro se está sintiendo bien porque yo le estoy dando para sentirme bien... y así hasta el infinito.
    - Me parece muy bien reconocer eso de las ambiciones y deseos, pero hay que proponer como solución, que la sociedad habilite alguna forma para paliar la pulsión destructiva, en lugar de reprimirla o negarla, ejercicios para liberarla, como cortar y quemar leña o no sé. Algo inofensivo como tirar piedras a un río.
    - no hay que ser sexista, o apoyando a Freud machista, que los hombres son los que empezaron primero con sus vanidades ¿quién tiene la espada más grande? ¿quién tiene las plumas más bonitas? ¿quién tiene las tierras mejor cultivadas?

    Ah, por cierto un placer leer tu cosa esta, y comentar, me gusta tener amigos inteligentes =)

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  3. Haha muchas gracias por tus comentarios Elisa, y pues si, en esencia éste trabajo solamente son, primero, sinópsis de ambos textos que menciono y después una comparación, no necesariamente digo algo de mi (o séase que no escribí algo de mi pensamiento propiamente) sino que solamente me limité a comparar ambos textos y en cada parte estaba hablando con palabras de Jung o Freud respectivamente, aunque debo admitir que en la última parte (la comparación) ya estaba un poco más de lado de Freud por un poco de simpatización, aunque esto lo escribí cuando estaba en 4° semestre y creo yo que ya he cambiado por lo menos un poco xD pero si estoy de acuerdo con algunas cosas que mencionas, y también leí el libro de Fromm sobre el amor, me lo prestaron y creo que todavía lo tengo en mi posesión. Total, muchas gracias por la retroalimentación Elisa y también me encanta tener amigos inteligentes.

    Saludos.

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