4.12.2010

Transformándome

Estábamos ahí juntos,
tu me desnudabas con la mirada
y yo paciente, cedía

Tomabas mis brazos y los atabas
con esas cuerdas que de marineros parecían,
fuerte, apriétalas fuerte para no defenderme

Mis pies a esferas de hierro las encadenabas
no tan apretadas para que no dolieran
pero no tan flojas para correr

A la pared acercaste mi frágil cuello
y con un grillete y cadenas
fácilmente los uniste con un movimiento

De tus manos, delicadas y sensibles
como tu corazón y sentimientos
de la verdadera persona que eres

Excitado como un niño con juguete nuevo
me sentía en esa pared, en ese
sótano oscuro y frío

Obscuro y frío, como mi vida antes de ti
tomabas mi encendedor favorito
y jugueteabas con el

Fuego y vacío, fuego y vacío
en una danza alternada, te veía
con el encendedor jugar

A la pila de viejos libros,
de filosofía la mayoría,
acercar mi encendedor te veía

Amarillo, rojo, naranja, luz
distintos colores veía, además de tu luz
subiendo las escaleras hasta la puerta

Mientras la luz me consumía, te escuchaba
caminar desde esa puerta hasta la entrada
¡cómo rechinaba esa puerta al ser abierta!

Me llenaba de luz, además de mi casa,
purificándome, transformándome, en luz bañándome
y tu, de pie en la calle mirando al fénix transformarse.


G. Caleb R. H.

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