Antes de que continúes leyendo, ésta entrada contiene datos sobre la trama y el final del libro, si lo estás leyendo o lo quieres leer te recomiendo que no leas esto y te saltes a la siguiente entrada.
Hace una semana casi que terminé el libro, Lolita, se llama Lolita, ya llevaba meses en mi lista "por leer" después de que, en una feria del libro del año pasado, lo adquiriese por casualidad. Por supuesto que me llamó la atención por considerarse "peligroso" en algunos círculos, medianamente comprendo la razón, supongo que la trama principal a muchos les parecerá antinatural, grotesca, horrible, peligrosa e incluso pecaminosa, dirían algunos.
Si, no sé qué hayas leído acerca del libro, pero te diré que si, es cierto. ¿Pero sabes qué? Léelo, es mucho mejor que solamente verlo en la lista de libros censurados por algunos sin haberte hecho de el y comprendido de qué trata. Lo más probable es que si te habían metido la idea de que el libro es peligroso para las mentes delicadas o incluso catalogarlo como censurable es muy probable que no lo debas leer. A Lolita debes aproximarte con una mente abierta a esperar muchas cosas. si leíste una sinopsis, si no lo hiciste, entonces te recomiendo que sepas a lo que enfrentas. Quizá no sea gráfico como algún libro del Marqués de Sade, y no le hace falta serlo. Te diré por qué, éste libro trata sobre la obsesión de un hombre con un enamoramiento juvenil, disfruta de las nínfulas como yo podría disfrutar de una mujer, un alcohólico podría disfrutar de una cerveza o un adicto al trabajo disfrutaría su trabajo. Es su pasión, está consiente de que es mal visto, no es aceptado, incluso llega a tener remordimientos al respecto, pero aun así y a pesar de todo, sigue siendo un hombre que disfruta de lo que tuvo cuando lo tuvo.
Aquí Nabokov marca una distinción importante, Humbert estaba apasionado, obsesionado con Lolita, podríamos decir que enamorado, locamente enamorado. Pero Dolores no. Ella no estaba enamorada de él, al inicio lo veía como algo prohibido por el hecho de que su madre estaba cerca, era esa satisfacción de haberlo cautivado y que su madre no pudiese. Después que muere su madre, ella, Dolores, sabe que necesita una escapatoria del libido casi insaciable de Humbert. ¿Cuál es la distinción? La diferencia radica en que H.H. literalmente la chantajeaba para que se quedara con él, diciéndole que terminaría en un orfanato y luego a la calle y era mejor permanecer con él y hacerla de su amante dentro de los infinitos cuartos de motel que rentaba y el papel de su hija cuando estaban en la calle, a la vista del público.
Si, en la vida real también podría pasar eso, aunque considero que no de la misma manera, es muy difícil. Por el contrario puede suceder otro tipo de historia, una persona mayor de edad podría, quizá accidentalmente o no, enamorarse de una persona de menor edad, quizá el menor de su consentimiento para una relación, aunque la sociedad no lo vería así. Violación estatutaria, no importa que el menor sea inteligente y sepa qué está haciendo, o que lo permita, ante la ley no es reconocido como adulto y por tanto no reconoce que tenga decisión alguna en esa relación, sino que, por el contrario, señala al mayor de edad como perverso y persuadió al menor de hacer algo que no quería. Quizá también ese sea el caso, el menor no quería y el adulto le persuadió. Cambiar las leyes de mayoría de edad no conseguiría una resolución para éste tipo de casos, sino que, por el contrario, haría más fácil para los que de verdad van detrás de adolescentes o infantes (o también, el intermediario).
Vamos al tema importante del libro, no es necesariamente el pseudo-incesto o la pedofília (ninfofília en realidad, puesto que Dolores era mayor de 12 años), sino el escaso o nulo control sobre su libido, sus pasiones. Humbert se deleitaba con creerse poseedor de una nínfula, follarla como le viniera en gana y jugar un poco a la casita. Claro que se fijaba en las demás que se llegaba a encontrar, pero no hubo tanta obsesión por ninguna como por Dolores, que era el vivo recuerdo de su primera, Annabel.
La pasión que colmaba a H. H. era intensa, pero calculadora, sabía dónde podía y no podía haber riesgo alguno, fue por eso que hizo de Dolores, su Lolita. Fue inteligente en la medida en que supo saciar su libido con Lolita y no sucumbió a raptar o violar alguna otra nínfula. Sabía que se metería en más problemas de los que se quiso meter al final.
El combate a las pasiones es muy famoso en occidente, al menos en la medida en que las religiones judeocristianas han influido en usos y costumbres sociales europeas y americanas. Claro está, antes de la revolución sexual de hace unas décadas. También surgió, gracias la influencia judeocristiana, el disfrute de las pasiones, en literatura y otras artes, como por ejemplo C. Baudelaire, en el que imprimió en sus poemas la delicia y satisfacción, la belleza y pureza de regocijarse en las pasiones, el vino, drogas, sexo. De ésto último debo mencionar al Marqués de Sade como máximo expositor, no sólo crítico social y religioso, sino también impulsor de la libertad del hombre para hacer lo que quiera, quizá ésto último cruce la línea del libertinaje, y no digo que no lo haga, sino que, tomando como referencia sus escritos, uno sabe o debería comprender por qué se comportan así los personajes, y las consecuencias de sus actos. ¿En qué momento se convierte la libertad en libertinaje?
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