6.23.2012

La idea de libertad en Marx, Rousseau y el Marqués de Sade


La idea de libertad en Marx, Rousseau y el Marqués de Sade.


La idea de libertad suele ser muy discutida no importando qué autor sea el que de ese peligroso paso de mencionarla, hemos visto a través de la historia cómo hay ciertos conceptos bastante discutidos entre los hombres y considero que es la libertad uno de ellos. Al mejorar considerablemente los escasos conocimientos que tenía previamente del pensamiento de Marx y, descubriendo que para Marx la libertad es la liberación del hombre de la presión de las necesidades económicas para que pueda ser plenamente humano[1] es de cierto modo un tanto utópico así como realizable, lo cual no difiere, a mi parecer, tanto de la concepción de libertad de Rousseau, en la cual el hombre sólo podrá ser libre si se erradicara las ciencias y las artes, dándole una libertad moral así también impidiendo que se den todas esas hipocresías que el Marqués de Sade vivió en carne propia, también, por ejemplo, para el Marqués su idea de libertad consiste en que el hombre debe de aceptar sus pasiones de tal manera que pueda acercarse más a la naturaleza y de ésta forma no solamente ser libre de las cadenas moralistas sino también llegar a la libertad, a esa libertad en que se puede encontrar la felicidad.

Ahora bien, ¿en qué se podrían parecer estas tres concepciones de libertad? Sería para mi la pregunta tesis del ensayo aquí presente, en lo que a mí respecta, Marx está tratando de liberar al hombre de la enajenación que el trabajo casi forzado lo ha estado metiendo por, válgame la redundancia, la fuerza. Tanto él como Rousseau y Sade buscan liberarse de las cadenas de una civilización hipócrita y además opresora, donde solamente los adinerados disfrutan aprovechándose de los demás, lo cual es para todos un hecho, en los escritos del Marqués vemos una y otra vez (principalmente en Juliette o el vicio ampliamente recompenzado) cómo las personas con dinero pueden escapar a sus anchas de las redes de la ley, humillan y esclavizan a los pobres al obligarles a hacer lo que ellos desean; así mismo para Rousseau, en su Discurso sobre las ciencias y las artes habla de cómo éstas, las ciencias y las artes, han corrompido al hombre y, en vez de ayudar a mejorar la moral de los ciudadanos, no ha hecho menos que fomentar esa amoralidad, el cinismo de aprovecharse de otros, orillando a la corrupción de los placeres e invitando a un excesivo descontrol sobre los vicios. Puede ser que esta corrupción antes mencionada no tenga nada relación alguna con Marx, pero, viéndolo desde cierto punto de vista, podemos afirmar que los aristócratas que el Marqués señalaba como perversos es muy sencillo poder suponer que sus descendientes seguían el mismo ejemplo de perversión sin límites y es por ello que sin remordimiento alguno hicieran de sus fábricas centros de esclavismo donde los obreros trabajaban en condiciones precarias[2] y de ésta manera obtener muchas ganancias. Son los problemas del pasado que aún nos arrastran mientras tratamos de alcanzar la puerta de la evolución humana. Una cosa la veo ligada con la otra, los ricos están corrompidos por el dinero y el poder, lo cual los hace ser menos (o nulamente) empáticos con las demás personas y de esta manera fomentar una presión económica donde ciertos grupos de personas no pueden obtener otro tipo de trabajos y se tienen que resignar a un puñado donde se les paga lo mínimo que marca la ley y en condiciones humillantes donde no pueden darse el lujo de abandonar el susodicho trabajo a riesgo de no encontrar otro y morir de inanición.

Pero, ¿hasta qué punto se podría llegar con éste tipo de concepciones de libertad? Por ejemplo, si nos vamos más allá y exageramos la postura de Marx podríamos llegar a la conclusión que él no desea que haya un movimiento económico de tal manera que el ser humano no se vea presionado, pero, esto significaría que cada quien cazase lo que va a comer y terminaría por causar problemas de territorio y de nuevo terminaríamos haciendo pactos entre nosotros de tal forma que no invadamos territorios o solamente algunos salgan a cazar, o que no todos coman carne, etc. Tampoco considero que Marx nos deseara ver viviendo en cuevas como en la antigüedad, sino que, por el contrario, que exista una economía que beneficie a los obreros, o al menos, que no se les explote de la manera que se les explota hoy día, digamos que, de algún modo quería construir una utopía y que hoy conocemos como socialismo en donde todos fuésemos iguales realmente y no tuviésemos cargos de elite con los cuales aprovecharnos. Por otro lado, aunque Rousseau añora esos días de antaño en que el ser humano vivía, al menos así dice en su discurso…, sin la ciencia o las artes, pero también desea que sean estas dos motivo de reflexión, puesto que no necesariamente todo cambio o avance en la evolución humana es un paso seguro si lo damos, es una constante reflexión en la cual debemos tomar partida para así poder crear no solamente un mundo mejor para nosotros, como todos lo deseamos, sino para heredar un mundo lo mejor construido posible con nuestro esfuerzo hasta ese momento. Ciertamente Rousseau logró ver el despilfarro de la aristocracia de su tiempo (que no lo separa mucho tiempo de la de Marx) y en donde incluso los derechos humanos eran violados en cualquier momento siempre y cuando se unieran dos características necesarias, primero, tener el dinero y/o la influencia suficiente para asegurarse de no pisar la cárcel por cualquier delito que se fuese a cometer y segundo, pero no menos importante, el tener deseos de cometer ese delito.

Por ejemplo, el Marqués de Sade lo ejemplifica muy bien en sus obras, pero en especial en su texto Justine o los infortunios de la virtud, nos muestra cuántas penurias no pasó Justine al toparse con gente malvada que intentaba disfrutar de sus pasiones a cualquier costo mientras que ella tratando de guardar sus principios de virtud no la llevarían sino a la muerte, y el propio Marqués lo dice, mientras tengas dinero puedes hacer lo que desees, puedes ser virtuoso y tratar de no meterte con la gente equivocada, pero siendo pobre, huérfana y una dulce criatura, es demasiado esperar que topándote con la peor gente posible no accedas a sus deseos aludiendo a la virtud de conservar su cuerpo “puro e intacto”, siendo que la religión católica ya había sido colmada por aristócratas llenos de pasiones que, de ninguna manera mostraban a cualquiera su lado real, mientras que Justine abogaba por la virtud y no lograba entender que el hombre puede ser malvado, aún si no es por naturaleza, puede ser maligno al intentar consumir sus pasiones. 

La libertad, entonces ¿qué es? Para cada uno de los autores mencionados es una cosa algo distinta, pero los tres, digamos, se “ponen de acuerdo” en el hecho de que la sociedad en la que el hombre se ha sumergido a sí mismo ha terminado por alienarlo, enajenarlo, deshumanizarlo, en éste sentido considero que es correcto, pero así como ellos, creo yo que no es la solución el destruir toda la civilización y comenzar de cero, sino que, ir transformando nuestros pensamientos de tal manera que seamos más críticos con el mundo, analizando si la ética y morales cristianas que se nos han impuesto son las correctas para llevar nuestras vidas, adoptar o crear una moral y ética que sea más acorde de ser necesario, e incluso buscar en nosotros las respuestas que consideremos mejores para la concepción de libertad que nos encaje mejor hoy en día.






[1] Erich Fromm. Marx y su concepto del hombre. FCE, México 2011, pág. 16.
[2] Quizá no tanto como hoy en día, dónde al menos 27 millones de personas en todo el mundo son presa de la esclavitud o de la llamada “nueva esclavitud”, lo cual nos deja con la cruda realidad que son más los esclavos hoy día que la cantidad total en la historia.

1 comentario:

  1. Sólo he leído a Justina de Sade. Marx y Rousseau, siguen en espera.
    Fíjate de curiosamente, al estar reflexionando un poco sobre el tema de la educación y sus fines, me he topado con el tema de la educación natural que propone Rousseau y de alguna manera lo he relacionado con tu ensayo.
    Aún me falta mucho por leer y reflexionar en torno a este tema pero por lo pronto, lo único que me atrevo a decir, es que como lo has mencionado, acabar con la sociedad, no es una solución.
    Es necesaria nuestra reflexión y análisis para encontrar los principios que sean más adecuados para regirnos, pues considero que son indispensables si queremos vivir juntos y que la educación sea un medio por el cual lograr que el hombre sea crítico de él mismo y de su sociedad, no un monito más... Pero bueno, aquí le dejo porque es todo un tema y me meto en líos que necesito resolver antes de hacer una afirmación más. Saludos Caleb.

    ResponderEliminar