6.14.2011

El niño que intentaba acurrucarse junto a la luna pero no podía.

El niño que intentaba acurrucarse junto a la luna pero no podía.

Ese niño insistía e insistía, no había nada que lo hiciese desistir de su ardua empresa, continuamente ideaba raras y cada vez más complejas formas de intentar llegar a la luna, desde que la vió, esa cálida noche de verano, un vigésimo tercer día de julio, se enamoró de ella, e intentaba alcanzar un lugar en el firmamento en el cual pudiese encontrarse lo más cercano a ella.

Cada vez era más complejo el sistema a utilizar, primero intentó atarse a una bala y dispararla desde un cañón, en otra ocasión intentó crear una honda tan grande que pudiera lanzarlo a él dentro de una cápsula en forma de burbuja para llegar y ser llamado "la luna de la luna".

Arribó el gran día, se le ocurrió el mejor plan de todos los habidos y por haber, era tan astuto y considerablemente realizable que no tenía duda en que dormiría a lado de la luna ésta misma noche. Magnífico era el plan, lo que tenía qué hacer era esperar a que la luna llena tomará su máximo esplendor, y en ése preciso instante, fijar en su mente a su luna tan amada, y entonces, saltar con todo lo que podía.

Hoy en día sabemos que hay un conejo en la luna, porque él lo dibujó.



1 comentario:

  1. Oh!!! He imaginado al niño, pero en mi mente es Lorena jaja... ¡es una niña! ¡Lorena ha dibujado el conejo!

    ¡Qué ternura Caleb!

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