La lluvia y yo.
Llovía, y de nada servía pedir otro clima, no lo podía solucionar, parecía que el universo se ensañaba con ella, Sara miraba despreocupadamente cómo llovía afuera de su casa, la ventana apenas dejaba pasar una visión clara por tanta agua y manchas de suciedad que tenía. Era demasiado.
La tormenta se puso peor, comenzaban los rayos a caer, se escuchaban a lo alto los truenos, ella simplemente sacó de su patio ese largo tubo que habría de servir como parte de la nueva instalación de tubería de agua para su casa. Corrió hasta la parte más despejada que encontró, un pequeño parque donde los niños habitualmente jugaban en los días soleados, y así nada más levantó el tubo con sus manos y esperó pacientemente. Lo último que creyó ver fue una luz que se acercaba a una velocidad pasmosa.
hello caleb!
ResponderEliminarno creo que despreocupadamente quede con "no lo podía solucionar".. pero por demás es una excelente idea de suicidio. aún sigo votando por el balazo en la cabeza, ambas formas me dan miedo. bye :)